Las fracturas
de los niños difieren de las de los adultos debido a que los huesos en aquéllos
tienen diferencias anatómicas, fisiológicas y biomecánicas. En
los niños la localización más
frecuente es el cráneo (41%) siguiéndole en frecuencia el miembro superior
(21%), miembro inferior (16%) y el abdomen (8%). La fractura más frecuente es en el antebrazo en su
parte distal, entre los 6 - 11 años de edad. Y en menores de 6 años de edad la
localización más frecuente es en el codo debido a fracturas condíleas y
supracondíleas. Entre un 15% al 28% de las fracturas se trata de
fracturas que afectan al cartílago fisario. Un 3% son fracturas abiertas y un
4% son politraumatizados.
DIFERENCIAS ANATÓMICAS
1. Presencia de cartílagos de crecimiento o fisis que van
a condicionar que se puedan localizar fracturas a este nivel y posibles
complicaciones de mal pronóstico por aparición de una deformidad progresiva.
2. Periostio grueso, activo osteogénicamente y rico en
vascularización, fácilmente separable del hueso y que puede cumplir un papel
estabilizador importante cuando su rotura no es completa.
3. Estructura ósea es más porosa, especialmente en las
metáfisis. Existe mayor grosor del cartílago epifisario dando lugar a que se
puedan producir fracturas osteocondrales.
4. Vascularización rica que hace posible la rápida
consolidación de las fracturas y que sean raros los retardos y pseudoartrosis. En
niños pequeños y en determinadas localizaciones, pueden existir epífisis aún no
osificadas y plantear problemas diagnósticos radiológicos ante una fractura.
DIFERENCIAS FISIOLÓGICAS
A mayor
vascularización que lleva a las siguientes consecuencias:
a) crecimiento y remodelación
ósea muy activos, b) una mayor reacción inflamatoria, posible presencia de
fiebre tras la fractura. c) Una Posibilidad de provocar estímulos de crecimiento
fisario.
d) consolidación rápida de las
fracturas con períodos de inmovilización más cortos que en el adulto.
La Posibilidad de aparecer una deformidad progresiva si
se lesiona parcialmente el cartílago de crecimiento, y
una corrección espontánea
de fracturas mal unidas con deformidades angulares y acortamientos que hace que
cambien los criterios de tratamiento respecto al adulto.
DIFERENCIAS BIOMECANICAS
El hueso tiene una elasticidad más baja y por
tanto, tiene posibilidades de sufrir mayor deformidad elástica y absorber más
energía que el adulto. Ante la posible aparición de deformidades plásticas, se dará si
la fuerza traumática continúa y no es excesivamente violenta.
Además
en los niños, los ligamentos suelen
tener más resistencia a su rotura que los cartílagos de crecimiento. Es por ello que la fractura fisaria es más frecuente que el esguince o la luxación en el
pediátrico.
Linkografia
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Las fracturas en niños pueden ser muy distintas de una fractura en el mismo lugar en el adulto, por lo que requiere tratamiento por médicos Ortopedistas pediatras y enfermeras capacitados para cuidar de los niños. Los pacientes pediátricos están en riesgo de un conjunto específico de las fracturas por una variedad de razones. Si la fractura afecta a los extremos del hueso, que puede afectar el crecimiento del hueso.
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