La posibilidad de un traumatismo cervical debe sospecharse en
cualquier niño inconsciente después de un traumatismo, cuando exista un dolor
cervical o cuando refiera una debilidad muscular o alteraciones de la
sensibilidad en las extremidades, aunque éstas hayan sido transitorias
Epidemiologia
Las fracturas cervicales representan un 2-3% de todas las
fracturas en el niño, la incidencia de lesiones medulares es relativamente
alta; un
15% de todas las lesiones medulares cervicales
ocurren en niño.
Etiología
Varia con la edad, Allen y Ferguson clasificaron los
traumatismos cervicales en 3 grupos: infantil, juvenil y del adolescente. Las
infantiles ocurren antes de que el niño desarrolle la fuerza muscular
suficiente para controlar la cabeza (traumatismos obstétricos y los maltratos
infantiles). Las Juveniles abarcan desde de que el niño desarrolla un buen
control muscular y hasta los 8 años de edad. (Los accidentes de tráfico bien
como peatones o pasajeros y las caídas desde una altura). Y Por encima de los 8
años de edad los traumatismos
cervicales son similares a los del adulto
(accidentes deportivos y los accidentes de tránsito).
Diagnostico
Una lesión cervical debe sospecharse en un niño inconsciente
después de un traumatismo, ante la presencia de dolor, rigidez cervical o
tortícolis o bien cuando el paciente refiera una pérdida de fuerza o alteración
de la sensibilidad en las extremidades, aunque hayan sido pasajeras.
Según el aspecto radiográfico las lesiones cervicales se pueden
dividir en: Fractura del cuerpo vertebral y de los arcos posteriores por
compresión, Fractura con subluxación o luxación, Subluxación o luxación y
Lesión medular sin alteración radiográfica
Lesiones específicas
de la columna cervical
Luxación
occipitoatloidea: Es una lesión muy rara, habitualmente fatal,
de diagnostico necropsico, que ocurre ante traumatismos por accidente de
tránsito de alta energía.
Fracturas
del atlas: Son lesiones raras en los niños, pero tienen
un patrón similar al del adulto. Es de gran utilidad estudiarlas con TAC
a los efectos de confundirlas con la sincondrosis neurocentral.
Inestabilidad
atlantoaxial : Inestabilidades no traumáticas de la
articulación atlantoaxial, se pueden ver en pacientes portadores de
enfermedades como el Sd. de Down, en los que hay una gran laxitud ligamentaria
Subluxación
rotatoria atlantoaxail: Puede ocurrir debido a un traumatismo
menor o mayor, y también puede verse sin traumatismo, en pacientes
portadores de artritis reumatoidea, o con historia de cirugía de cráneo
o cuello, o portadores de infecciones de las vías respiratorias altas.
En
estos pacientes el déficit neurológico es raro.
Fractura
de odontoides: Puede deberse trauma menor o mayor, y
habitualmente no presentan síntomas ni signos neurológicos. Sino tiene
desplazamiento puede ser difícil confirmar el diagnóstico en la radiografía, y
el TAC puede mostrar un ensanchamiento de la placa de crecimiento.
Fractura
de los pedículos de C2: Conocida como fractura del ahorcado, se
puede ver desde muy temprana edad, La evaluación radiológica es difícil de interpretar
debido a que la sincondrosis puede simular este tipo de fracturas, por lo menos
hasta la edad de 7 años, momento en el que se cierra la sincondrosis.
Lesiones subaxiales: Estas
lesiones predominan en los niños mayores de 8 años por debajo de C2, y el
patrón lesional es similar al de los adultos, en donde las lesiones por
hiperflexión son las que predominan.
Lesiones fisarias: La
separación de las placas vertebrales del cuerpo vertebral puede ocurrir de
manera similar a lo que sucede en las lesiones fisarias de los huesos largos,
siendo más frecuentes laslesiones fisarias tipo Salter-Harris tipo I (inestables)
más frecuentes en los niños pequeños, y las lesiones tipo III (estables), más
frecuentes en los adolescentes.
SCIWORA (spinal cord injury without radiologic abnormality)
Heridas
al cordón espinal sin anormalidad radiológica (SCIWORA) de síndrome es un
problema único en los niños. La columna vertebral incompletamente calcificada
del niño puede deformarse y estirarse sin dejar evidencia de heridas anatómicas
evidentes. La definición de este síndrome es un déficit neurológico documentado
que podría ya haber desaparecido cuando el niño llega a la sala de urgencias.
Si el niño recibe otra herida en la misma área, puede producirse daño
permanente. Así que es esencial una evaluación neurocirugica cuando haya evidencia
de un déficit neurológico presente.
Tratamiento
Depende de la edad del paciente, de la severidad de la lesión y
del nivel, así como del grado de compromiso neurológico. La primera medida ante
la sospecha de un traumatismo cervical en un niño es inmovilizar la región
cervical, evitando cualquier maniobra de flexión cervical la cual podría agravar
una lesión neurológica. Un aspecto a tener en cuenta durante el traslado es mantener
los hombros más elevados que la cabeza, ya que la desproporción que existe
entre el tamaño de la cabeza y el resto del cuerpo pueden forzar la región
cervical en flexión.
Trauma
Toracoabdominal
El trauma toracoabdominal en pediatría es
responsable de mortalidad y secuelas graves en pacientes pediátricos.
La atención inicial adecuada y oportuna, así como el
acceso precoz a UPC mejorarían el pronóstico global de esta patología.
Muy pocos estudios analizan variables
prehospitalarias en relación a evolución UCI.
El factor de peor pronóstico en el trauma
toracoabdominal pediátrico es la coexistencia de TEC grave, especialmente con
HTIC.
El ingreso precoz a UPC y el control hemodinamia
disminuye tiempo de requerimiento de drogas vasoactivas.
http://www.revistapediatria.cl/vol5num2/pdf/posters/Poster%20Trauma%20riesgos.pdf
La hipoxia es la consecuencia más importante en el
trauma de tórax y es la principal batalla que debemos vencer sobre cualquier
otra situación acompañante.
La mayoría de las lesiones graves se diagnostican
por la semiología y con una simple radiología de tórax ya que las más comunes
son las pleuropulmonares, siendo por suerte sumamente infrecuentes las lesiones
de corazón y grandes vasos.
Las lesiones con Peligro Inminente para la vida:
Obstrucción de la vía aérea, Neumotórax a tensión, Neumotórax abierto, Tórax
inestable, Taponamiento cardíaco, Hemotórax masivo.
Lesión
Medular Traumática
Las lesiones medulares en pediatría constituyen una
patología poco frecuente, con una incidencia menor que en la edad adulta, pero
con una mortalidad que llega a duplicar a la del adulto, alcanzando cifras
entre el 25 y el 32 %. Esta entidad adquiere especial relevancia por las graves
secuelas y las prolongadas estancias que provoca en los supervivientes y por su
gran impacto a nivel emocional, social y económico.
El tratamiento de la lesión medular aguda suele ser
conservador. El único fármaco que parece reducir el edema y limitar la necrosis
medular son los corticoides. Según algunos estudios si se administran antes de
las 8 horas pueden mejorar el pronóstico neurológico aunque no disminuyen la
mortalidad.
Para el diagnóstico de la lesión medular es
recomendable una historia clínica completa detallando las características del
accidente junto con una exploración minuciosa en la que el dolor cervical, la
ausencia de reflejos osteotendinosos, la pérdida del tono de los esfínteres y
la bradicardia y la hipotensión como expresión del fallo del tono simpático nos
deben poner sobreaviso.
La realización precoz de la traqueostomía y la
posibilidad de la ventilación mecánica domiciliaria han permitido reducir la
estancia de estos pacientes en la UCI. Para que estos pacientes puedan residir
en su casa es imprescindible la instrucción de las familias sobre los cuidados habituales
que va a necesitar el niño y un tiempo de entrenamiento durante la
hospitalización.
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