jueves, 25 de octubre de 2012

Lesiones Cervicales


La posibilidad de un traumatismo cervical debe sospecharse en cualquier niño inconsciente después de un traumatismo, cuando exista un dolor cervical o cuando refiera una debilidad muscular o alteraciones de la sensibilidad en las extremidades, aunque éstas hayan sido transitorias

Epidemiologia
Las fracturas cervicales representan un 2-3% de todas las fracturas en el niño, la incidencia de lesiones medulares es relativamente alta; un 15% de todas las lesiones medulares cervicales ocurren en niño.

Etiología
Varia con la edad, Allen y Ferguson clasificaron los traumatismos cervicales en 3 grupos: infantil, juvenil y del adolescente. Las infantiles ocurren antes de que el niño desarrolle la fuerza muscular suficiente para controlar la cabeza (traumatismos obstétricos y los maltratos infantiles). Las Juveniles abarcan desde de que el niño desarrolla un buen control muscular y hasta los 8 años de edad. (Los accidentes de tráfico bien como peatones o pasajeros y las caídas desde una altura). Y Por encima de los 8 años de edad los traumatismos cervicales son similares a los del adulto (accidentes deportivos y los accidentes de tránsito).

Diagnostico
Una lesión cervical debe sospecharse en un niño inconsciente después de un traumatismo, ante la presencia de dolor, rigidez cervical o tortícolis o bien cuando el paciente refiera una pérdida de fuerza o alteración de la sensibilidad en las extremidades, aunque hayan sido pasajeras.
Según el aspecto radiográfico las lesiones cervicales se pueden dividir en: Fractura del cuerpo vertebral y de los arcos posteriores por compresión, Fractura con subluxación o luxación, Subluxación o luxación y Lesión medular sin alteración radiográfica

Lesiones específicas de la columna cervical
 
Luxación occipitoatloidea: Es una lesión muy rara, habitualmente fatal, de diagnostico necropsico, que ocurre ante traumatismos por accidente de tránsito de alta energía.
Fracturas del atlas: Son lesiones raras en los niños, pero tienen un patrón similar al del adulto. Es de gran utilidad estudiarlas con TAC a los efectos de confundirlas con la sincondrosis neurocentral.
Inestabilidad atlantoaxial : Inestabilidades no traumáticas de la articulación atlantoaxial, se pueden ver en pacientes portadores de enfermedades como el Sd. de Down, en los que hay una gran laxitud ligamentaria
Subluxación rotatoria atlantoaxail: Puede ocurrir debido a un traumatismo menor o mayor, y también puede verse sin traumatismo, en pacientes portadores de artritis reumatoidea, o con historia de cirugía de cráneo o cuello, o portadores de infecciones de las vías respiratorias altas.
En estos pacientes el déficit neurológico es raro.
Fractura de odontoides: Puede deberse trauma menor o mayor, y habitualmente no presentan síntomas ni signos neurológicos. Sino tiene desplazamiento puede ser difícil confirmar el diagnóstico en la radiografía, y el TAC puede mostrar un ensanchamiento de la placa de crecimiento.
Fractura de los pedículos de C2: Conocida como fractura del ahorcado, se puede ver desde muy temprana edad, La evaluación radiológica es difícil de interpretar debido a que la sincondrosis puede simular este tipo de fracturas, por lo menos hasta la edad de 7 años, momento en el que se cierra la sincondrosis.
 Lesiones subaxiales: Estas lesiones predominan en los niños mayores de 8 años por debajo de C2, y el patrón lesional es similar al de los adultos, en donde las lesiones por hiperflexión son las que predominan.
 Lesiones fisarias: La separación de las placas vertebrales del cuerpo vertebral puede ocurrir de manera similar a lo que sucede en las lesiones fisarias de los huesos largos, siendo más frecuentes laslesiones fisarias tipo Salter-Harris tipo I (inestables) más frecuentes en los niños pequeños, y las lesiones tipo III (estables), más frecuentes en los adolescentes.

SCIWORA (spinal cord injury without radiologic abnormality)
Heridas al cordón espinal sin anormalidad radiológica (SCIWORA) de síndrome es un problema único en los niños. La columna vertebral incompletamente calcificada del niño puede deformarse y estirarse sin dejar evidencia de heridas anatómicas evidentes. La definición de este síndrome es un déficit neurológico documentado que podría ya haber desaparecido cuando el niño llega a la sala de urgencias. Si el niño recibe otra herida en la misma área, puede producirse daño permanente. Así que es esencial una evaluación neurocirugica cuando haya evidencia de un déficit neurológico presente.

Tratamiento
Depende de la edad del paciente, de la severidad de la lesión y del nivel, así como del grado de compromiso neurológico. La primera medida ante la sospecha de un traumatismo cervical en un niño es inmovilizar la región cervical, evitando cualquier maniobra de flexión cervical la cual podría agravar una lesión neurológica. Un aspecto a tener en cuenta durante el traslado es mantener los hombros más elevados que la cabeza, ya que la desproporción que existe entre el tamaño de la cabeza y el resto del cuerpo pueden forzar la región cervical en flexión.

Trauma Toracoabdominal

El trauma toracoabdominal en pediatría es responsable de mortalidad y secuelas graves en pacientes pediátricos.
La atención inicial adecuada y oportuna, así como el acceso precoz a UPC mejorarían el pronóstico global de esta patología.
Muy pocos estudios analizan variables prehospitalarias en relación a evolución UCI.

El factor de peor pronóstico en el trauma toracoabdominal pediátrico es la coexistencia de TEC grave, especialmente con HTIC. 
El ingreso precoz a UPC y el control hemodinamia disminuye tiempo de requerimiento de drogas vasoactivas.

http://www.revistapediatria.cl/vol5num2/pdf/posters/Poster%20Trauma%20riesgos.pdf

La hipoxia es la consecuencia más importante en el trauma de tórax y es la principal batalla que debemos vencer sobre cualquier otra situación acompañante.
La mayoría de las lesiones graves se diagnostican por la semiología y con una simple radiología de tórax ya que las más comunes son las pleuropulmonares, siendo por suerte sumamente infrecuentes las lesiones de corazón y grandes vasos.
Las lesiones con Peligro Inminente para la vida: Obstrucción de la vía aérea, Neumotórax a tensión, Neumotórax abierto, Tórax inestable, Taponamiento cardíaco, Hemotórax masivo.

Lesión Medular Traumática
 
Las lesiones medulares en pediatría constituyen una patología poco frecuente, con una incidencia menor que en la edad adulta, pero con una mortalidad que llega a duplicar a la del adulto, alcanzando cifras entre el 25 y el 32 %. Esta entidad adquiere especial relevancia por las graves secuelas y las prolongadas estancias que provoca en los supervivientes y por su gran impacto a nivel emocional, social y económico.
El tratamiento de la lesión medular aguda suele ser conservador. El único fármaco que parece reducir el edema y limitar la necrosis medular son los corticoides. Según algunos estudios si se administran antes de las 8 horas pueden mejorar el pronóstico neurológico aunque no disminuyen la mortalidad.
Para el diagnóstico de la lesión medular es recomendable una historia clínica completa detallando las características del accidente junto con una exploración minuciosa en la que el dolor cervical, la ausencia de reflejos osteotendinosos, la pérdida del tono de los esfínteres y la bradicardia y la hipotensión como expresión del fallo del tono simpático nos deben poner sobreaviso.
La realización precoz de la traqueostomía y la posibilidad de la ventilación mecánica domiciliaria han permitido reducir la estancia de estos pacientes en la UCI. Para que estos pacientes puedan residir en su casa es imprescindible la instrucción de las familias sobre los cuidados habituales que va a necesitar el niño y un tiempo de entrenamiento durante la hospitalización.

No hay comentarios:

Publicar un comentario